Lupita Zapata
Atlixquense, 25 años.
Estudiante de Ingeniería Aeronáutica en el Instituto Politécnico Nacional, apasionada por los números y por tocar el violonchelo.
Hoy, Lupita es una de las 60 seleccionadas a nivel internacional para el IASP (International Air and Space Program), donde presentará un proyecto que busca limpiar la basura espacial con un sistema de robots.
La basura espacial puede ser cualquier resto dejado por el ser humano en el espacio: desde un satélite inactivo hasta algo tan pequeño como una mancha de pintura. Sobre esto, Lupita nos hace reflexionar:

“Esto ha traído consecuencias al mundo y hay que pensar en el futuro”.

Su proyecto tiene un objetivo claro: beneficiar a la humanidad y acercar la ciencia a todos.

El reto y la inspiración

Para cumplir su meta, Lupita debe recaudar 3,950 dólares (aprox. 80,000 pesos mexicanos) antes de agosto. Lejos de rendirse, decidió arriesgarse y no ponerse límites: ha vendido comida, impartido talleres, dado conferencias y recibido apoyo de personas que creen en su talento.

Sin esperarlo, se ha convertido en inspiración para muchos, incluyéndome, porque Lupita es un ejemplo vivo de que la perseverancia y la pasión pueden abrir cualquier puerta.

La esencia de Lupita

Lupita es perseverante, valiente, inteligente, solidaria y optimista, con un corazón noble. Es de esas personas que te da la mano sin esperar nada a cambio, movida por una genuina fuerza de voluntad. Ha aprendido de sus fracasos, transformándolos en motivación para seguir luchando por sus sueños. En su camino se hizo tres preguntas que marcaron su rumbo:

¿Qué es lo que me gusta?

¿En qué soy buena?

¿Cómo puedo ayudar a la humanidad?

Estas preguntas la llevaron a acercarse a la ciencia, a compartir lo que sabe y a enseñar a niños y compañeros, porque para ella es importante fomentar la curiosidad científica desde pequeños.
“No sabes en qué mente están las soluciones del futuro”, nos dice.